DICCIONARIO BREVE DEL TABAQUERO
(CULTIVADOR DE TABACO)
Por Teodora Infante
Hernández
Estas son algunas de las palabras usadas en
el argot del cultivo del tabaco:
ACOSTANAR.- Significa que si
el sol calienta demasiado para una planta recién trasplantada, la quema el
tronco y la planta se daña, y es necesario poner otra en su puesto. Esto da
mucho trabajo y se gasta mucha planta.
BANDEJA.- (Ver también “Semillero”).
Hasta los años de la década de 1980 el semillero se ponía en la tierra, en
forma de rectángulo, se depositaba la semilla, y había que mantener la tierra
siempre bien húmeda para que la semilla germinara. Y así hasta su trasplante a
la tierra. A partir de la citada década se empezaron a usar las bandejas,
pequeños semilleros portátiles, mucho más cómodas.
COLGADERO.- (ver también
“Enramada”). Es un edificio cerrado con grandes ventanas por las que pudiera
penetrar el aire. Estaba equipado de vigas en las que se sujetaban alambres a
lo largo del techo. De las alambres se “colgaban” las matas enteras de tabaco
cortadas a mano. Se sujetaban con una púa clavada en el tronco. O bien atando
dos o tres matas (según tamaño), con un trozo de alambre o un viscal (cuerda
hecha de esparto); cuando se completaba el colgadero se cerraba la puerta y el
tabaco se secaba poco a poco con el aire que penetraba por las ventanas. Era
corriente sustituir las púas, en aquellos años algo caras, por trozos de palo
aguzados, bien de chupones de olivo, caña hueca, jara, etc., pues todo ello
suponía un ahorro en dinero.
DESCOGOLLAR.- Acción de cortar
la flor que cada mata de tabaco echa cuando está madura. Es una flor preciosa,
pero no se utiliza para nada. Al cortarla se beneficia el desarrollo de las
hojas.
ENRAMADA.- (ver también
“Colgadero”). La enramada en un edifico destinado por lo general al resguardo
del ganado, tanto del frío como de la lluvia. Carece de la pared de un lateral,
por el que accede el ganado. En los años de gran producción de tabaco era
necesario aprovechar cualquier tipo de edificio que permitiera colgar el tabaco
para su secado, transformando las enramadas en verdaderos “colgaderos”; como
era lógico el aire entraba por el lateral que no tenía pared. En muchas
ocasiones se colgaba en las mismas viviendas de Candeleda. Incluso en
balconadas y galerías exteriores de las viviendas.
FLOR.- La planta cuando
ha dejado de crecer lo hace sacando una flor en su cogolla. Esta flor se corta
para dar más fuerza a las hojas, porque aunque es grande y bonita no sirve para
nada.
HORNO O SECADERO.- Es un edificio hecho
especialmente para secar el tabaco. Está equipado con una instalación
energética apropiada. Las hojas de tabaco, recogidas de cada mata por una
máquina especializada, se depositan en unos contenedores específicos, que se
van introduciendo en el horno, hasta completar su capacidad. El tiempo de
secado depende del estado de las hojas recolectadas.
ROSQUILLA.- Se llama así a
una oruga o gusano, que se come la planta a ras de la tierra. Entonces es
necesario poner otra en su puesto. Una plaga de “rosquilla” puede dar al traste
con una plantación de tabaco.
SEMILLA.- Hasta los años de
la década de los 1980, cada tabaquero seleccionaba las mejores matas de su
plantación y las dejaba crecer su flor. De éstas, una vez secas, recogía las
semillas para utilizarlas el año siguiente en su semillero. Ahora las compañías
tabaqueras ponen una parcela de plantas con el objeto de que florezcan y sacar
las semillas. En febrero de cada año entregan a cada tabaquero la cantidad
solicitada en función de la producción que se le asigne, para que haga su
semillero.
SEMILLERO.- (Ver también
Bandeja).- Hasta los años 1980, lo normal era que cada tabaquero preparase su
propio semillero. En ocasiones varios tabaqueros se unían y sembraban un
semillero común. El semillero era, por lo general, una pequeña era, de unos
cuantos metros cuadrados, en función del número de plantas que se pensaba
poner. Se mullía bien la tierra, se limpiaba de todo tipo de piedras y de
hierbas, y se rellenada de mantillo apropiado (bien surtido de estiércol). El
lugar elegido debería estar bien protegido del viento y del frío. Se solía
sembrar en febrero con la semilla que cada tabaquero había seleccionado de su
propia plantación el año anterior. Durante su crianza necesitaba mucho cuidado
y esmero para que las plantas nacieran fuertes y robustas.
NOTA.- En los años 1930 Candeleda
(ella sola), era la tercera productora nacional de tabaco. De ahí su gran
tradición en la especialización de este producto. El tabaco de Candeleda es de
alto rendimiento y de gran calidad.. Por tanto, bien merece los comentarios y
aportaciones que nos hace nuestra amiga Teodora. Esperamos que siga
ilustrándonos con sus conocimientos.
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